sábado, 16 de enero de 2016

Jueves, 14 de Enero.




Jueves, 14 de Enero.

A veces me gustaría no haber aprendido a conocerme tanto, porque ya se como todo va a terminar.

Y es cierto la mayoría del tiempo me encuentro a mi misma deseando lo mismo.

Deseando que la gente me sorprenda con finales inesperados.

Pero no ocurre, nunca ocurre lo del final inesperado.

Todos parecen ser actores de una misma película que se repite una y otra vez, en la que lo único que varía y lo hace contadas veces son ellos los actores inesperados.

Hace poco entendí que mi apego al pasado, a lo bueno y a lo malo que el mismo me había dejado era simplemente porque sabia que ese pasado no iba a volver y yo tengo esta fascinación por extrañar incluso lo que aun no se ha marchado.

Mas de una vez también me he encontrado aterrada de haber arruinado algo que era perfecto para mi, por estar mirando a cualquier lado por no saber que hacer o por estar aburrida pensando en que ya esa historia había finalizado.

Y entonces.

Te consigues con alguien con converse morados.

Y así vamos por la vida, deseando y deseando e incluso desechando o menospreciando lo que ya hemos alcanzado.

Somos expertos en volver menos lo que antes fue mas y viceversa.

Y así vamos por la vida deseando... Saber mas, ser mas ricos, mas flacos, mas altos, estar o no estar enamorados. ¿Y cuando es que paramos? ¿Es típico no?

Conseguir lo anhelado y seguir deseando lo aun no alcanzado.

Y esta bien si funciona como impulso pero esta mal si te hace menospreciar lo ya alcanzado. ¿O es que se te olvida que por eso también has luchado?

Deseamos ser mayores tener 22 años y cuando al fin hemos cumplido 22 años no tenemos ni la mas mínima idea de por que tanto lo habíamos deseado. ¿Y entonces me pregunto cuando es que paramos?

Lamento si me tomo demasiado tiempo ver en la dirección de tus converse morados.

Yo solo estaba demasiado ocupada esperando mi final inesperado.

#ElDiariodeValeryMisclallons por @marlynsjv 🌌

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